El miedo a emprender puede ser el principal obstáculo para aprovechar las oportunidades. Pero, el temor, en su justa medida, también puede ser un mecanismo de protección para invertir en negocios, que se pueden ser analizados objetivamente, tanto en su contexto, las preferencias del público, como el tipo de necesidades que se puedan cubrir con el emprendimiento comercial.
Analizar la situación con objetividad
Tener un negocio propio exitoso a nivel local, nacional e internacional, depende de muchos factores reales; también de la creatividad de los emprendedores y de su capacidad para administrar su miedo y analizar con la sabiduría necesaria para reconocer dónde, cómo, cuándo y cuánto invertir, con mayor margen de opciones para no malgastar su inversión y su tiempo.
Usar la razón como balanza
El equilibrio entre la desconfianza y la seguridad, al momento de emprender es difícil de alcanzar, pero es la medida que sirve para tomar las mejores decisiones, ya que en todo emprendimiento personal o comercial existe un nivel de error y pérdidas. También, existen posibilidades de acertar y tener ganancias.
El miedo en muchos casos puede ser subjetivo, cuando se cuentan con los recursos materiales, sociales y reales para emprender y se ha analizado que las oportunidades objetivas de tener éxito y el mismo, depende del esfuerzo propio y no de promesas de terceros, ya que pueden ser inciertas o maliciosas. No deberían existir motivos para tener miedo.
Pero, el pensamiento negativo de muchas personas con buenas ideas, frena su capacidad para emprender e incluso, puede generar actitudes desalentadoras que saboteen sus negocios.
Sin embargo, también existen personas que se dejan llevar por la euforia del momento y descuidan los pasos necesarios para emprender con seguridad y pierden su inversión.
Estudiar casos de emprendimientos exitosos
Los proyectos personales o familiares para llevar a cabo sus ideas y crear un negocio propio, son la base de grandes empresas familiares de tercera o cuarta generación, que sirven de ejemplo de calidad y excelente administración. Son negocios que surgieron de lugareños que supieron identificar las necesidades de su momento e invirtieron sus vidas en sacar adelante un proyecto.
El verdadero éxito de ese tipo de negocios, fue el atrevimiento de sus pioneros, quienes colocaron su inventiva y esfuerzo para que las próximas generaciones, que valoran la importancia de ese tipo de actividades comerciales, continuarán con su legado para hacerlo, cada vez más próspero y significativo para su familia, comunidad y región.
Recomendación
Dejar el miedo de lado y sustituirlo por análisis crítico, para contar con más elementos al momento de dar cada paso en el emprendimiento de un proyecto. El análisis crítico, permite desechar los estados de ánimo extremos como el temor y la euforia, para aportar conocimiento, información y explicaciones sensatas sobre el mejor momento y lugar para emprender.
También, ubica al emprendedor en sus capacidades, conocimientos, costumbres y preferencias e incluso, en sus valores y vínculos emocionales, para que emprenda en los negocios que son más afines a su formación profesional, emocional y social. No es casualidad, que los negocios familiares tengan éxito, se trata de arraigo, conocimiento de lo local y gusto por lo que se hace.
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